jueves, 11 de abril de 2019



Objetivo 7: Energía asequible y no contaminante


Entre 1990 y 2010, la cantidad de personas con acceso a energía eléctrica aumentó en 1.700 millones. Sin embargo, a la par con el crecimiento de la población mundial, también lo hará la demanda de energía accesible. La economía global dependiente de los combustibles fósiles y el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero están generando cambios drásticos en nuestro sistema climático, y estas consecuencias han tenido un impacto en cada continente.

Desde 2011, más de un 20 por ciento de la energía mundial es generada por fuentes renovables. Para garantizar el acceso universal a electricidad asequible para 2030, es necesario invertir en fuentes de energía limpia, como la solar, eólica y termal.


En relación con la integración social: POBREZA ENERGÉTICA EN ESPAÑA

Actualmente en España, 5’1 millones de personas no tienen su vivienda a una temperatura adecuada en esta época del año.

Las consecuencias de la pobreza energética:

Insuficiencias respiratorias, complicaciones cardíacas y mayor riesgo de sufrir problemas mentales.
Los niños pueden tener dificultades para ganar peso en los primeros años de vida y tienen más posibilidad de desarrollar asma.

El 28% de los adolescentes que viven en hogares con temperaturas bajas pueden sufrir problemas mentales, mientras la incidencia para los que viven en una casa con una temperatura adecuada es del 4%.

Esto es un problema grave que sigue pasando en el siglo XXI. Este objetivo es complejo ya que puede ser difícil de implantar por la falta de recursos, pero muy necesario para acabar con el cambio climático y la pobreza energética.





                                                                                                           Paula Ferreiro

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