Objetivo catorce “vida submarina”:

Los océanos del mundo, su temperatura, corrientes y vida son el motor de los sistemas globales que hacen que la Tierra sea habitable para los seres humanos. La forma en que gestionamos este recurso es fundamental para la humanidad y para contrarrestar los efectos del cambio climático.

Los medios de vida de más de 3000 millones de personas dependen de la biodiversidad marina y costera. Sin embargo, el 30% de las poblaciones de peces del mundo están sobre-explotados, alcanzando un nivel muy por debajo del necesario para producir un rendimiento sostenible.

Los océanos absorben alrededor del 30% del dióxido de carbón generado por la actividad humana y se ha registrado un 26% de aumento en la acidificación de los mares desde el inicio de la revolución industrial. La contaminación marina, es alarmante: por cada kilómetro cuadrado de océano hay 13000 trozos de desechos plásticos.

Relación del objetivo con la integración social:

Este objetivo tiene relación con la integración social y con la calidad de vida de las personas ya que principalmente los océanos del mundo mueven sistemas mundiales que hacen que la Tierra sea habitable para la humanidad, claramente sin este objetivo sería difícil una buena calidad de vida.

En ciertos países el ser humano se ve perjudicado por la alteración en la cadena alimentaria, los micro-plásticos ya han llegado a esta a través de especies. Esta gran contaminación ayuda a que sea difícil una cadena alimenticia saludable.

Esta contaminación también supone la pérdida de biodiversidad, tiene efectos negativos sobre varios aspectos del bienestar humano, como la seguridad alimentaria, la vulnerabilidad ante desastres naturales y el acceso al agua limpia y a las materias primas. También afecta a la salud del hombre, las relaciones sociales y la libertad de elección.

Esta meta es visible donde quiera que vayamos, tiene consecuencias directas sobre la fauna de los océanos y nuestra salud y las cifras son cada vez más escandalosas, por ello es necesario su desarrollo.

Aroa Reguero